El 15 de septiembre de 1953 en
el municipio de Monterrey (Casanare) Guadalupe Salcedo y los guerrilleros
liberales del Llano acogían el llamado del gobierno de facto de Gustavo Rojas
Pinilla y procedían a su desmovilización y entrega de armas. Como contraprestación
por su reingreso a la vida civil y su compromiso de no volverse a alzar en
armas, les fue entregado un certificado en el que se informaba que no tenían
asuntos pendientes con la justicia además de un machete y un hacha. Los que
entregaron primero las armas tuvieron la fortuna de recibir además de lo
anterior, una libre de café.
Durante los años siguientes
los líderes guerrilleros que se desmovilizaron fueron muriendo por líos de
faldas como diría el abogado de Odebrecht y Corficolombiana (empresas que mediante sobornos obtuvieron adjudicaciones de
millonarios contratos) que paradójicamente ejerce en la actualidad como Fiscal
General de la Nación. El 6 de junio de 1957, a menos de cuatro años de la
entrega de armas fue asesinado Guadalupe Salcedo por la Policía Nacional en la
ciudad de Bogotá después de haber departido el día anterior con el dirigente
liberal Juan Lozano y Lozano. Su cortejo fúnebre fue acompañado por miles de
personas y los guerrilleros sobrevivientes supieron que sus posibilidades se
reducían a desaparecer o rearmarse ante un Estado que no tenía ninguna clase de
inconvenientes para liquidarlos. El
segundo gobierno del frente nacional presidido por el abuelo de Paloma Valencia
y auspiciado por el hijo del monstruo dirigió sus mejores esfuerzos a eliminar
por la vía armada a las denominadas ¨repúblicas independientes” y el fracaso de
su experimento de extermino dio como resultado el nacimiento de las fuerzas
armadas revolucionarias de Colombia.
Más de medio siglo después y luego
de cientos de miles de muertos, el nieto
del expresidente Eduardo Santos (1938-1942) culminaba un proceso de negociación
con las guerrillas nacidas en Marquetalia en 1964. Entre los acuerdos que
realizó el Estado se habló por enésima vez de impulsar una reforma agraria
integral que permitiera el acceso a la propiedad a miles de campesinos, además
de algunas reformas al sistema político y la creación de una jurisdicción
especial de paz (JEP) donde concurrirían los guerrilleros, militares y particulares
que hubieren tendido alguna participación en el conflicto armado más largo del
continente americano
La primera baja que sufrió la
JEP fue por cuenta de la Corte Constitucional que eliminó la posibilidad de
exigir a civiles que asistieran ante dicha jurisdicción. Su comparecencia será
voluntaria. El Centro Democrático, partido del expresidente Uribe, se opuso al
proceso de negociación y de manera especial a la JEP, al considerar que no era
posible que guerrilleros y militares comparecieran ante el mismo tribunal.
El pasado 17 de junio fue
elegido Alvaro Uribe Velez para su tercer periodo como presidente de Colombia.
Ivan Duque, quien prestara juramento el próximo siete de agosto en su nombre es
apenas un mandatario del caudillo que ha demostrado los días posteriores a su
elección que sus funciones serán meramente protocolarias. La primera decisión
del tercer gobierno de Uribe fue minar las competencias de la JEP y suspender
su actuación sobre miembros de la fuerza pública, pues nada justifica que éstos
sean juzgados por los mismos jueces que deberán procesar a los guerrilleros de
la farc. Sin que su mandatario hubiere tomado posesión, el presidente que ejercerá
sus funciones desde una banca del Senado comenzó a destruir los acuerdos de
paz, impulsando el protagonismo de Paloma Valencia, nieta de Guillermo León y
aspirante a la bendición del caudillo en cuatro años para convertirse en la
primera mujer presidenta del país. La nieta culminara por la via legal lo que
su abuelo no puedo por la armada. Y pensar que siempre se pregonó que todas las
formas de lucha eran utilizadas por la contraparte.
Y….la reforma rural integral? y
el proceso de restitución de tierras?...y los procesos de erradicación manual y
sustitución de cultivos?...y todo lo firmado para lograr la desmovilización de
las farc? Serán palabras que se las
llevara el viento. Si acabar con la JEP que era el centro del acuerdo tardó
menos de dos semanas, hacer trizas el resto del documento será una labor menor.
La reforma rural se aplazara para conveniencia de los patrocinadores del
caudillo, la restitución de tierras desaparecerá al imponerse la buena fe de
los poseedores que compraban tierras en épocas de desplazamiento y la “guerra
contra las drogas” ocupara un lugar central en la agenda del nuevo gobierno.
Los demás temas que se hubieren acordado fueron rechazados por el referendo
realizado en 2016 y el Centro Democrático se encargara de hacer cumplir la
voluntad ciudadana.
En junio de 1781, los
comuneros que partieron de Socorro meses antes en una rebelión popular
originada por los excesivos impuestos decretados por la corona española
llegaron en Zipaquirá a un acuerdo con las autoridades españolas y el arzobispo
Antonio Caballero y Góngora y no pensaron que meses después el acuerdo sería
incumplido y sus líderes asesinados. Se inauguró allí la sana tradición nacional
de realizar acuerdos con alzados en armas que después se incumplirán y que tendrán
como fin la muerte violenta de los desarmados. Guadalupe Salcedo en los
cincuenta, la Unión Patriótica en los ochenta, Pizarro en los noventa
demuestran que el Estado Colombiano no tiene palabra y quienes lo desafían
terminan más temprano que tarde asesinados por “lios de faldas”.
El tercer mandato de Uribe estará
marcado por la revancha. Ante las pruebas que semanalmente emergen de sus
tenebrosas alianzas y temible pasado el caudillo tiene como única meta impedir
su procesamiento, sin importarle llevarse de por medio a Colombia. Los
guerrilleros de las farc tendrán que conformarse con su libertad, pues la
generosidad del gobierno que inició funciones el pasado 18 de junio no alcanza
ni para entregarles un hacha, un machete y una libre de café. Es eso o seguir
el destino de quienes creyeron en la palabra del Estado y murieron en su
ingenuidad. Ya la frase esta patentada: “No
estarían recogiendo café”.