lunes, 3 de diciembre de 2012

El desacato y los malos ejemplos.


El reconocimiento de un juez que dirime los conflictos entre los particulares o entre éstos y el Estado después de la realización de un juicio en el cual las partes han tenido la oportunidad de presentar los argumentos que fundamentan sus solicitudes, implica el reconocimiento y aceptación de la decisión que adopte sobre los asuntos puestos a su consideración. Este principio aplica a las relaciones entre Estados cuando han acordado mediante un Tratado que sus diferencias sean resueltas por una Corte ajena a ambos.  En un país de abogados no debería costar mucho conocer este principio básico.  Sin embargo, las reacciones al fallo de la Corte Internacional de Justicia –CIJ- en el litigio con Nicaragua demuestran que nos encontramos más cerca del estado de naturaleza de lo que podríamos creer.
La mayor parte del litigio (2001-2012) transcurrió durante la presidencia de Alvaro Uribe, quien se ha convertido en uno de los principales promotores del desacato a lo que ha denominado el “fallo del despojo”. En su opinión, la única sentencia admisible era aquella que acogiera la posición colombiana, razón por la cual, un fallo contrario no tiene cabida dentro del orden jurídico. Está posición tiene un mayoritario respaldo ciudadano. Debido a lo anterior, el presidente Santos que considera cosa juzgada la parte favorable del fallo y error la desfavorable indica que no cumplirá el mismo hasta que no se garanticen los derechos de los colombianos en el lugar. Por su parte, una de las preocupaciones de la Canciller Holguín es el porvenir de la  reserva de biosfera Seaflower calificada por la Unesco en el año 2000 como de importancia global y que ahora tendrá un porcentaje importante en Nicaragua, que ha expresado su intención de explotar petróleo, situación que pondría en peligro al reserva que Colombia ha protegido, como es su costumbre en temas ambientales. (Los ríos Magdalena y Bogotá son muestras de la rigurosa política en la materia). Algunos analistas indican en que la falla en la representación de Colombia en La Haya consistió en que el Excanciller Londoño no vivió durante los once años del litigio en la sede de la Corte, situación que le otorgó ventaja a los representantes nicaragüenses que si lo hicieron y pudieron trabajar un mejor lobby que los colombianos. Como el que las hace, se las imagina, existe en el imaginario la idea que la justicia allí es igual a la interna en la cual entre almuerzos y juergas se “cuadran” fallos.   Como consecuencia del fallo, el país se retiró del Pacto firmado por los Estados Americanos en abril de 1948 en las ruinas de de Bogotá después de asesinato de Gaitán que otorgaba competencia a la CIJ para resolver conflictos entre Estados y de esa manera evitar posibles litigios internacionales. Adicionalmente, el gobierno cambió de abogados y contrato nuevos expertos para que lo guíen en las decisiones que debe tomar en adelante, siendo que las  mismas se resumen a dos opciones: cumplir o no el fallo de la CIJ.
Más allá de lo que ocurra finalmente con la nueva delimitación marítima impuesta por la CIJ, está posición contraria al acatamiento a un fallo emitido por un juez por considerarlo la parte vencida injusto y contrario a derecho llega en un momento bastante inoportuno. En 2013 deberán acelerarse e incrementarse los procesos e restitución de tierras de la ley estrella del Gobierno Santos y cobra plena vigencia la ley 791 de 2002 que cambió la prescripción extraordinaria de bienes inmuebles, para lo cual solo se requieren 10 años de posesión para adelantar ante un juez un proceso de pertenencia. En otras palabras, se ventilaran en los juzgados procesos que involucran el derecho de propiedad y más de un propietario sobre el cual recaiga una sentencia en contra podrá calificar la misma de contraria a derecho y equivalente a un despojo. Puede ser el comienzo de una institución informal: El desacato al fallo judicial por la injusticia del contenido de la sentencia valorado por el perjudicado. El impacto de este tipo de conductas solo puede ser analizado con el transcurso del tiempo. Un recuerdo: 1- Hace 16 años terminaba en la Cámara de Representantes el proceso contra el Presidente que recibió recursos del narcotráfico para su campaña en medio de la absolución lograda gracias a las dádivas entregadas a sus jueces. Hace 8 años la representante Yidis Medina cambiaba  sorpresivamente su votó en la Comisión de la Cámara de Representantes y el proyecto de modificación a la Constitución para permitir una reelección se volvía incontenible. Hace menos de una semana, la reelección de Ordoñez se logró por la votación de 80 senadores, cuarenta de los cuales se declararon impedidos a votar por su “cercanía” al candidato ganador, sin embargo los impedimentos fueron rechazados por el resto de sus colegas. Lo que antes se ocultaba, ahora es público y dejó de ser pecado.
La única parte positiva del fallo es que los funcionarios del Gobierno y los demás ciudadanos al menos por unos días sabemos dónde quedan San Andrés, Providencia, Santa Catalina, Roncador, Quitasueño, Serrana y Serranilla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario