domingo, 12 de agosto de 2012

Cuando los contratistas gobiernan

Las elecciones para la Gobernación del Meta para el periodo 2008-2011 fueron ganadas por Darío Vásquez, candidato del Partido de la U. Sus antecedentes profesionales se circunscribían a la realización en calidad de contratistas de cientos de contratos con diferentes entidades públicas, la mayoría con influencia en el Departamento del Meta. En poco menos de un año paso de ser un reconocido contratista a una revelación electoral que le ganó las elecciones a Maritza Martínez, esposa del líder político  Luis Carlos Torres.
Las regalías provenientes de la explotación del petróleo incrementaron en la última década  el presupuesto del Meta, en 2011 por ejemplo recibió por este concepto más de un billón de pesos. El manejo de un presupuesto importante tuvo como consecuencia el aumento del costo de las campañas electorales. La reciente reforma constitucional que modifica la distribución del dinero de las regalías y afecta especialmente a los departamentos productores de petróleo ha sido rechazada por sus dirigentes y es calificado como un “raponazo” de sus recursos. Sin embargo, los hechos que comienzan a salir a la luz pública sobre algunas millonarias contrataciones realizadas en  2011 no contribuyen a la reclamación realizada y por el contrario, sirven de argumentos para justificar la decisión de centralizar el manejo de estos recursos en Bogotá.
Dos ejemplos: Mediante licitación  pública se adjudicó el diseño y construcción de la nueva sede administrativa de la Gobernación del Meta por una cifra superior a 14.000 millones de pesos. En el proceso realizado solo participo un oferente que obtuvo una calificación de 500/1000 puntos, obteniendo 0 puntos en lo relacionado con condiciones de experiencia específica del personal profesional y técnico. El 9 de febrero de 2011 se celebró el contrato de obra número 063 con un plazo de 12 meses para su ejecución. El anticipo pactado fue de 50% del valor total, luego de suspensiones, el contrato se reanudo en septiembre pasado  y su avance no ha sido el mejor por un pequeño problema: Luego de hacer los diseños, el contratista indicó que el valor total de la obra era de 28.000 millones de pesos. Así las cosas, avanzara hasta donde alcance el dinero y el Departamento deberá hacer las adiciones correspondientes para no dejar a medias la obra. Curiosamente, existen “veedurías” ciudadanas tan preocupadas por esta situación que elaboran derechos de petición exigiendo la adición del 50% del contrato y el inicio de licitación por el valor restante para terminar la construcción.
Villavicencio requiere la ampliación del anillo vial, una vía de 6 kilometros planos entre dos puntos estratégicos de la ciudad. Con la finalidad de solucionar esta necesidad, la Gobernación del Meta y la Alcaldía de Villavicencio unieron esfuerzos en 2010 para realizar la gigantesca obra. Los proyectos respectivos fueron incorporados al Banco de Proyectos en el segundo semestre de 2010 y el 30 de diciembre de mismo año comenzó el proceso licitatorio que terminó con la adjudicación del contrato de obra al Consorcio Muresp integrado por empresas regionales y personas naturales que literalmente pulverizó a los otros participantes, entre los cuales se encontraban empresas como Conconcreto. El 13 de mayo de 2011 se suscribió el contrato de obra número 088 de 2011 por valor de una cifra superior a 49.200 millones de pesos.  El contrato se divide en el diseño que tiene un valor menor al 1% del valor total y la obra. En mayo de 2012 se inicio a la ejecución del contrato, advirtiendo varias situaciones:-Que luego de realizar los diseños, el valor total de la obra es cuando menos de 84.000 millones- Faltan por comprar 7 predios por donde pasara la vía  y la Alcaldía carece de recursos para realizar estas adquisiciones.
Entrevistado por El Tiempo el  de marzo de 2012, el exgobernador Vásquez manifiesta que las obras del anillo vial cuestan en  total 240.000 millones, pero al no  estar todo el dinero reunido, se  resolvió arrancar con lo que había, sin embargo señala que con el dinero que dejó en el presupuesto de 2011 sin ejecutar, pueden pagarse las adiciones que se necesiten, lo que constituye una visión novedosa de los principios de planeación presupuestal. (www.eltiempo.com/colombia/llano/ARTICULO-WEB NEW NOTA INTERIOR 1127902.html)
Sobra decir que los entes de control no han notado nada anómalo en los procedimientos indicados, por lo cual el control fiscal posterior y selectivo, esperara primero la culminación de la cadena de adiciones a realizar y luego optara por evitar seleccionar estos casos.  La ceguera colectiva no permite observar que un contratista que se convierte en político de la noche a la mañana tiene como finalidad única de su actividad pública, aquella que conoce y maneja: Contratar, al costo que sea, total, es el Estado el que paga.

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