jueves, 29 de agosto de 2013

La costumbre de no aplicar las normas y los fallos judiciales.

Angelino Garzón, Vicepresidente de la República en un foro en la Universidad Externado la semana anterior manifestó su contrariedad con el fallo de la Corte Internacional de Justicia del año pasado que accedió a algunas de las pretensiones de Nicaragua sobre la titularidad de las aguas del Mar Caribe que hasta esa fecha se presumían de propiedad colombiana. Fue enfático en señalar que el fallo emitido por ese Tribunal era inaplicable. Con posterioridad a ese pronunciamiento, diferentes voces apoyaron la posición de Garzón y solicitaron al Gobierno Nacional el despliegue de la poderosa flota marina del país para notificar a los nicaragüenses que no será con “fallos judiciales” que le quitarán a la República una parte de su territorio.
 
Juan Daniel Jaramillo, asesor del Gobierno en una entrevista que publica el Diario El Tiempo (http://www.eltiempo.com/politica/entrevista-con-juan-daniel-jaramillo-ortiz_13013168-4) respalda la tesis del Vicepresidente y concuerda con la posición según la cual el fallo debe acatarse pero no cumplirse. Las firmas internacionales contratadas por el Gobierno con posterioridad al fallo se han dedicado a buscar justificaciones y errores de la Corte Internacional de Justicia para dar argumentos a la decisión de no dar cumplimiento a lo ordenado por este tribunal. Está posición comienza a ganar simpatías entre diversos sectores que consideran un exabrupto que Colombia deba cumplir un fallo en favor de un país que está “por debajo” del nuestro, además de ser una poderosa fórmula para provocar falsos nacionalismos. Peligrosa situación en un gobierno que ha demostrado lo importante que son las encuestas para tomar decisiones.
Más que el caso particular del pleito con Nicaragua, se revela el talante que hemos construido como sociedad por mucho tiempo: La posibilidad de irrespetar la ley y los fallos judiciales cuando contraríen nuestros intereses. El caso más reciente es el de compañías nacionales y extranjeras que con pleno conocimiento crearon estrategias para vulnerar la ley agraria con relación a la prohibición de acumulación de baldíos. 
 
Alguien recuerda que la EPS más grande de Colombia fue intervenida hace dos años por sus manejos financieros y  las exóticas inversiones de sus directivas y a la fecha nadie ha sido llamado juicio por esas actuaciones, indicando que el asesor de confianza de dicha entidad es ahora el Fiscal General de la Nación. Un ejemplo de “inaplicación” de la ley.
 Con Cerromatoso la situación es aún más especial. De vender la participación de Colombia en la década de los noventa a precio de ganga, el Estado  resolvió renunciar  a la reversión de los activos de la concesión que debía realizarse el año anterior y autorizo una prórroga de la misma lesiva para el país. No hubo necesidad de paros ni amenazas de la empresa concesionaria. Simplemente se resolvió inaplicar el fallo.
 El Consejo de Estado en septiembre del año pasado determinó que Claro debía pagar a ETB más de 97 millones de dólares como consecuencia de un largo litigio entre ambas empresas por el uso de unas redes de interconexión. A estas horas Claro con leguleyadas ha resuelto solicitar al Tribunal Administrativo de Cundinamarca se sirva fijar de manera exacta el monto a cancelar a ETB. La empresa acata el fallo pero debido a su “imposibilidad” de cumplirlo decide iniciar otro proceso con la finalidad de que le indiquen el monto a pagar. Una forma elegante de inaplicar el fallo.
 La actitud de eludir las consecuencias de un fallo judicial o inaplicar leyes existentes es un elemento fundamental para entender el actual estado de cosas, a lo que debe adicionarse la falta de sanción social para los gambeteadores de la ley.  Estaba desarrollando esa idea cuando leo que en el Congreso de Abogados Javerianos a realizarse en la ciudad de Santa Marta el próximo mes de octubre y en el cual se tratará en una sesión académica el tema de “Etica y probidad: Lucha contra la corrupción”, uno de los expositores invitados es Ernesto Samper Pizano. Qué interesante e instructivo puede ser el testimonio del expresidente. La salva de aplausos del gremio  celebrando los cómicos comentarios del absuelto funcionario recordarán que la inaplicación de la ley a ciertos personajes lejos de ser una excepción, se convirtió en la regla.

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