jueves, 1 de mayo de 2014

El peligro de no debatir nada



A menos de un mes para las elecciones presidenciales, la principal tarea de tres de los cinco candidatos ha sido que los ciudadanos los conozcan debido a que sus rostros continúan siendo desconocidos para la mayoría de los electores. Mientras la exsecretaria de Gobierno de Samuel Moreno Rojas cambia de peinado para atraer más votantes, el exministro de Hacienda del gran Colombiano multiplica sus anuncios en televisión impulsando su candidatura en regresar al paraíso en que vivimos del 2002 al 2010, otra exministra de Uribe se arranca una cinta del rostro en lo que parece una propaganda de un depilador para enfatizar en su carácter. Peñalosa, más conocido a nivel nacional ha tratado de revivir la ola verde de hace cuatro años, encontrando en Mockus su principal opositor quien no desaprovecha entrevista para manifestar que el candidato del partido verde no es la persona para guiar a Colombia en este momento. El dos veces exalcalde de Bogotá ha demostrado con sus actuaciones después de las elecciones de 2010 en varias oportunidades su generosidad con quienes lo ayudaron en dicha campaña. Antanas gusta de las alianzas y los partidos únicamente cuando actúa como jefe. Eso de ser gregario no es para personas de su talla. Por último se encuentra el candidato presidente quien ha logrado superar y por mucho al presidente anterior en clientelismo y cinismo. Su última víctima fue el tenista Santiago Giraldo  a quien felicito antes de la final del Abierto de Barcelona y como era de esperarse condenó a una derrota al día siguiente. Pero nada más insoportable  que su comparación permanente con el técnico de la selección Colombia de fútbol. En cuanta entrevista que concede siempre compara su gestión con la de Pekerman, indicando que a nadie se le ocurriría cambiar al técnico antes del mundial. Cuando se pensaba que no habría situación que pudiera superar la anterior, el deceso de Gabriel García Márquez permitió a todos los colombianos conocer durante tres días consecutivos como el escritor era un íntimo amigo del presidente a quien le pidió que culminara el proceso de paz. La ceremonia realizada en Bogotá en honor al escritor se convirtió en un acto de campaña del presidente ubicado en la mitad de la Iglesia con Cristo a su espalda y todo el país escuchándolo. Por no mencionar la masiva campaña de cuñas de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz que en horario triple a nos recuerda diariamente que si Colombia clasificó al mundial eso es signo de que se conseguirá también la paz.
Mientras la campaña más deslucida de la historia reciente transcurre sin que nadie se entere que estamos a puertas de una elección presidencial, ninguna propuesta motiva ni ningún tema se debate. La negativa de Santos y Peñalosa a asistir a debates ha terminado por liquidar los mismos. Los dos  canales privados, agradecidos con un presidente que no ha permitido les llegue la competencia en cuatro años registran la campaña en noticias de menos de dos minutos de duración. Santos se ha dado el lujo de no rendir cuentas de nada. No se habla de su fracaso en la reforma a la educación, la cual fue retirada hace dos años y nunca se volvió a presentar, permaneciendo la misma Ministra quien hoy anuncia con una gran sonrisa que llenaran de tabletas todos los colegios del país. La escandalosa reforma a la justicia acordada entre el Gobierno y las Cortes que fue desechada en último momento tampoco se volvió a presentar. Y qué decir del actual Ministro de Agricultura, él mismo que realizó una rueda de prensa para divulgar una interceptación ilegal al único Senador de la oposición.  Y cuando alguien pide una explicación en público a la campaña reeleccionista sobre algún tema, su candidato a Vicepresidente además de insultar al atrevido resuelve sacarlo del recinto donde se encuentra.

Sin ideas, sin propuestas ni debates Colombia deberá elegir  a finales de mayo el próximo presidente. El candidato a la reelección pretende que el país elija entre la paz y la guerra. Así como se adueñó de García Márquez, el presidente se promociona como el único colombiano que puede finiquitar un proceso de negociación con las farc. Y lo increíble es que las farc, repudiadas y desprestigiadas han sido determinantes en las últimas cuatro elecciones presidenciales.  Son las farc hoy el mayor problema del país? Mientras seguimos discutiendo sobre lo divino y lo humano con los insurgentes, en los siguientes meses  saldrán a las calles todas las personas que se desmovilizaron en los procesos de las autodefensas. Delincuentes que secuestraron, desplazaron, robaron, asesinaron y descuartizaron saldrán a la calle al cumplirse el término de la pena alternativa de 8 años pactada en los procesos con estas organizaciones criminales. ¿Esta el Gobierno preparado para la reinserción en la sociedad de estos delincuentes? ¿El Inpec con su reconocida eficiencia será el encargado de supervisar los reinsertados? ¿Existe alguna propuesta del abogado de Saludcoop que ejerce temporalmente como Fiscal sobre este particular?  Creo que todos conocemos la respuesta. El asunto es que el riesgo de no tener una política pública sobre un asunto tan delicado puede dar como resultado que situaciones como la de Buenaventura se multipliquen en otras partes del país. Pero nuestro Pekerman está ocupado en organizar la comitiva que acompañara la selección a Brasil.

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