martes, 26 de agosto de 2014

De Mechas a la Contralora: Ciudadanos de primera y segunda.



Las fotos no podían ser más conmovedoras. El magnánimo Juan Manuel II entregaba a “Doña Mechas” una casa nueva en la cual la imagen del generoso benefactor tendría mejor lugar que el sagrado corazón. La beneficiaria de dicho regalo presidencial fue la misma que mediante un video casero replicado miles de veces manifestó su intención de voto por Santos en lugar de su contrincante en las pasadas elecciones. La escena no debería provocar algo diferente a una sonrisa por parte de los desprevenidos lectores de prensa que observaban al pacificador repartiendo prosperidad por Colombia. Sin embargo, este acto refleja algo diferente: es la continuación  de la costumbre de los políticos  de usar los recursos púbicos como propios para “premiar” a sus seguidores. Además, es la reiteración de nuestra cultura de no respetar la fila. Mientras la seguidora de Santos solo necesito de la influencia de su padrino para obtener una vivienda gratis, en Villavicencio hay cientos de familias desplazas y vulnerables que desde hace más de una década esperan la entrega de sus viviendas en la Urbanización San Antonio. Familias con subsidios asignados desde 2003 continúan esperando que les entreguen sus viviendas en la misma urbanización donde fue asignada la vivienda a la seguidora ´presidencial. Marchas, tutelas, procesos y quejas ante todas las instancias existentes en el ordenamiento jurídico colombiano no han podido conseguir que finalice la construcción de estas viviendas. El pasado sábado el presidente Santos anunciaba que se entregarían 7000 millones de pesos para terminar más de 600 viviendas que debieron terminarse hace ocho años. Así, los que están haciendo la fila hace 10 años continúan su espera mientras los recomendados del todopoderoso reciben los beneficios de “juanpa”.
La igualdad en el trato de los ciudadanos solo existe en la Constitución. En la vida diaria el tratamiento recibido por el Estado depende las más de las veces de las condiciones económicas, influencia o recomendaciones del ciudadano. La Fiscalía General de la Nación presidida por el abogado de la empresa acusada del mayor desfalco a la salud en la historia de Colombia y que sólo después de tres años ha tenido la idea de solicitar una entrevista con el cerebro de dichas operaciones anunció de manera pública la citación a audiencia de imputación de cargos por diferentes delitos a la Contralora saliente Sandra Morelli. La acusan de diversas irregularidades en el traslado de la sede administrativa de la Contraloría de un viejo edificio en el centro de Bogotá a una cómoda sede en otra parte de la ciudad, lugar donde existía suficiente espacio para albergar  el ego de la funcionaria pagando a  cambio  más de 2.800 millones de pesos mensuales de arriendo. Esa austera entidad es la que tiene por función constitucional realizar el control fiscal en Colombia. Las acusaciones de la fiscalía mencionadas en la rueda de prensa, lugar donde mejor se maneja el ente acusador bajo esta nefasta administración, informan de  la pérdida de miles de millones de pesos debido al traslado realizado. A pesar de las graves acusaciones, el ente acusador informa que no solicitara medida de aseguramiento contra la Contralora Morelli. Es decir, la acusan de delitos contra la administración pública que generaron la pérdida de miles de millones de pesos pero no consideran pertinente solicitar que la acusada sea detenida. ¿Y cuál es la razón para ello? Si  ciudadanos acusados de delitos mucho menores son privados de su libertad diariamente no se entiende como una persona a quien se acusa de haber  cometido tan graves delitos no deba ser cobijada por una medida de aseguramiento. Bueno, aunque en este caso, al menos han existido acusaciones. Mientras tanto, en casos como los de   Saludcoop e Interbolsa, sus principales protagonistas siguen libres sin siquiera acusación de parte de la fiscalía. No hace falta saber cuáles son las causas del trato diferenciador en estos casos.
Pero como toda situación mala es susceptible de empeorar, la aplanadora del Congreso de Santos entregó la Contraloría a Edgardo Maya. Dando muestra de su lucidez y conocimiento de la entidad que va a presidir, horas después de su elección en entrevista con El Tiempo decía el nuevo Contralor: Qué va a hacer con el tema de la minería ilegal? La minería ilegal y el medio ambiente en general serán grandes componentes de la Contraloría. Además, vamos a tener mucho que ver con la defensa y promoción de los derechos humanos.Maya desde la Contraloría espera ejercer las funciones del Ministerio Público. Ojala alguien le explique en qué consisten las funciones de su nuevo cargo.
Podemos reformar la constitución las veces que queramos pero mientras el Estado siga siendo manejado por presidentes que piensan que pueden entregar casas sin respetar la fila, fiscales que asumen su cargo a pesar de los evidentes impedimentos que tienen y contralores que no tienen idea las funciones de su despacho nada va a cambiar. Juan Manuel II tuvo la oportunidad de realizar cambios en este aspecto pero prefirió asegurar su “gobernabilidad” a la sombra de los corruptos de ayer, hoy y mañana. Salvo el proceso de paz, en su forma de gobernar y actuar cada día se parece más a Alvaro Uribe. Y cuando uno ve al pobre Uribe en la plenaria del Senado rogando que lo dejen hablar u observa a Gaviria llorando por su candidato a Contralor recuerda que el poder es efímero. Ojala Juan Manuel II se dé cuenta a tiempo.

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