martes, 9 de diciembre de 2014

El Estado que funciona sin rama judicial.

Se cumplen dos meses del cese de actividades de los funcionarios de la rama judicial sin vislumbrar un acuerdo que ponga fin a la protesta. Tampoco se observe interés del gobierno en resolver las diferencias de más de veinte años con los huelguistas. Por su parte, los trabajadores saben que los gobiernos son muy amplios para firmar acuerdos pero poco rigurosos al cumplirlos y por esto en esta oportunidad parecen ir por el todo o nada. El momento para realizar peticiones extravagantes no es el mejor debido a que el actual presidente hipoteco el presupuesto de la próxima década para su reelección pensando en un barril de petróleo con un precio superior a los noventa dólares y ahora que el valor de este recurso va cuesta abajo no sabe que inventarse para cumplir los compromisos “programáticos” con varios de sus aliados. Que en  un país con aspiraciones de entrar a la OCDE (Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico) la administración de justicia suspenda sus labores por más de sesenta días es algo que debía ser relevante y su solución prioritaria para el gobierno. Durante este tiempo de paro judicial, el presidente ha estado pendiente de asuntos más importantes como reunirse con James Rodríguez en Madrid, recibir a su alteza el príncipe Carlos y recibir grados honoríficos de universidades extranjeras. Ocupaciones tan importantes no permiten que en la agenda del ejecutivo se incorporen temas menores como la ausencia de administración de justicia.
Para las personas del común, la existencia de un paro judicial afecta a quienes han tenido la desventura de ventilar un proceso ante los juzgados de cualquier jurisdicción y jerarquía. A menos de quince días para el inicio de la vacancia judicial, quienes tuvieran algún trámite urgente tendrán que pensar que hasta febrero del año entrante comenzaran a tramitarlo debido a que las primeras semanas de enero se perderán mientras los funcionarios al regreso de sus vacaciones reprogramam audiencias y turnos que han sido modificados por la protesta. Y algunos piensan que Venezuela  o México son ejemplos de estados fallidos. Ahora, ¿Cuál es la justicia que se encuentra en cese de actividades ? La misma que después de dos años no ha imputado cargos a los cerebros de la estafa de Interbolsa. O la misma que no realizó acción alguna en casos como los de Saludcoop y por el contrario, llevó a la cúpula de la fiscalía al abogado de estos oscuros personajes. O aquella justicia que condena al borrachín pobre pero permite que el borrachín rico “ repare” a sus víctimas y siga su vida con un anécdota más que contar. O la justicia que suspende consultas populares a horas de su realización y en favor de la industria petrolera.  La indiferencia del gobierno y los ciudadanos ante el actual paro judicial es un efecto de la percepción que se tiene de la justicia en Colombia.  Pareciera no existir diferencia en que la rama judicial se encuentre o no operando, pues quienes infringen la ley de manera sistemática y notoria jamás son castigados. Solo basta revisar la forma como el Gobierno se encuentra dedicado a expedir una ley para “subsanar” las ilegalidades cometidas por la acumulación de baldíos  por parte de empresas nacionales y extranjeras asesoradas por abogados sofisticados.

Nota: El Edificio de la sede de Unasur se llama Néstor Kirchner. El Secretario General que lo inaugura es Ernesto Samper con la presencia del demócrata Nicolás Maduro. Puede desde ya imaginarse el tono ético de la Organización. Y quieren crear una Corte del Sur¡¡. Nadie mejor que nuestro actual fiscal como miembro de la misma dada su inigualable integridad. 

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