Mientras los colombianos nos
encontrábamos concentrados en las fiestas de fin de año, un juez le concedió la
detención en su domicilio a Rodrigo Jaramillo, principal directivo de
Interbolsa, mientras se adelanta el proceso judicial en su contra por las
actuaciones que terminaron con el descalabro de la firma que presidía. Su
abogado manifestó en los medios de comunicación su contrariedad debido a que
Don Rodrigo debió pasar unos días en las casas fiscales de la cárcel La Picota
mientras se adelantaban los trámites administrativos para ejecutar la orden del
juez y llevarlos a su residencia en Medellín donde estoicamente esperara su
juicio, porque él respeta mucho el Estado de Derecho. Según informa la prensa,
compartió esos días su lugar de reclusión con los inolvidables empresarios
Nule, esos jóvenes intrépidos que viven en condiciones extremas de incomodidad
en ese centro carcelario. Ahora todos
sabemos que Jaramillo tiene 70 años, lo que sumado a su afán de colaboración
con la justicia y la aceptación de los dos cargos menos importantes que le
imputa la Fiscalía lo hace merecedor de la detención en su domicilio del Barrio
El Poblado en la ciudad de Medellín. Otras de las imputadas recibió el mismo beneficio por ser madre cabeza de
familia. Seguramente cuando delinquían lea señalaban a sus víctimas su edad y
su condición familiar. Los demás
personajes de esta estafa que faltan por imputación de cargos estarán
preparando con razones similares sus solicitudes de detención domiciliaria, las
cuales serán aceptadas por los jueces de causa. Han tenido más de un año para
preparar sus justificaciones y estrategias. Don Rodrigo: Hubiera tenido en su
nómina de abogados a Montealegre y su situación sería similar a la de Carlos
Palacino y demás vinculados al caso Saludcoop: Impunidad total.
Paralelo con este proceso,
el exalcalde Moreno continua cumpliendo su detención en la Escuela de
Carabineros de la Policía y Liliana Pardo, la exdirectora del IDU se encuentra
en detención domiciliaria por ser madre cabeza de familia pero tiene un permiso
de trabajo que le permite diariamente salir a revisar un cultivo de hortalizas
que tiene en una finca cerca a Bogotá. Es lo que llaman la resocialización del
delincuente.
En todos los anteriores
casos los delincuentes recibieron un trato especial del sistema penitenciario,
no fueron obligados a entregar sus bienes para resarcir el daño que cometieron
por sus delitos y la mayoría de ellos estarán listos para asistir al Mundial de
Futbol en Rusia en 2018 después de haber “pagado” todas sus deudas con la
sociedad.
Pero la Fiscalía anuncia una
estrategia especial contra los ladrones de celulares, al parecer el único
delito que merece cárcel en Colombia.
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