miércoles, 4 de noviembre de 2015

Las instituciones que Colombia no negocia con las farc

Todos celebran los resultados de las elecciones del pasado 25 de octubre como una victoria. El presidente indica que son los comicios donde mayor participación se ha registrado. Vargas Lleras y sus impresentables patrocinados celebran las gobernaciones y alcaldías obtenidas. Serpa levanta al aire los brazos de los temibles nuevos gobernadores de Antioquia y Santander. Con algunas excepciones, la dinámica de las pasadas elecciones continúa demostrando el fracaso de la reforma de 1986 que permitió la elección de autoridades locales y por esta vía sometió  algunas regiones a barones electorales que las manejan a su antojo. Las elecciones de la tía del Gobernador en  Magdalena y la esposa del excongresista Pérez en la gobernación del Meta son apenas una muestra de cómo algunos departamentos quedaron en manos de asociaciones de contratistas y políticos que realizan fuertes inversiones en la campaña para luego tener réditos por cuatro años derivados del presupuesto. Nadie protesta ni tampoco reclama.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) que hace las veces del Consejo Superior de la Judicatura en materia electoral por la calidad de sus integrantes y las labores que adelanta no tuvo inconveniente en acusar de transhumancia a más de un millón de colombianos a una semana de las elecciones por cometer el delito de inscribirse en un lugar diferente al que votaron en las pasadas elecciones. Sin más pruebas que unas débiles presunciones y la violación del artículo 83 de la Constitución procedieron a dejar sin efecto la inscripción y enviar copia a la fiscalía general de la nación de la resolución en la cual adoptaron esa decisión con la finalidad que investigue a los transhumantes. Si apenas estamos llamado a declaración a los que participaron en las desapariciones forzadas y homicidios de la toma del palacio de justicia hace 30 años, no se imagina nadie cuando tendrá tiempo la fiscalía de investigar este “atentado” a la democracia. Así, de manera arbitraria se negó el derecho a elegir de cientos de miles de ciudadanos, al mismo tiempo que se descubría gracias a una columna de Daniel Coronel que uno de los asesores del presidente del Consejo Nacional Electoral es un ciudadano  al que se le atribuyen delitos menores como desaparición forzada. De un funcionario con esa calidad de asesores, no se extrañan los pronunciamientos que realiza y los actos administrativos que firma. Siguiendo la doctrina Pretelt, no pasara nada y ese acto inconstitucional e ilegal quedara sin castigo. Mientras el CNE abogaba por la transparencia de las elecciones, en la calle ocurría lo mismo de siempre. Los compradores de votos hacían lo suyo. Listado, votación y pago. No en balde personajes como el gato volador son hoy senadores de la república sin distinguir mayúsculas de minúsculas.
Y mientras transcurrían los últimos días de campaña, las elecciones y las celebraciones, el exgobernador de Cundinamarca Alvaro Cruz quien hace cuatro años llegaba de manera arrasadora a su cargo en los brazos de Uribe, Vargas Lleras y Santos veía como la suerte le había cambiado de manera radical en 180 grados. Sus amigos de ayer repugnan cualquier asunto que los relacione con el exgobernador. Cruz trato de salvar su pellejo entregándole a un abogado charlatán de la Procuraduría General de la Nación 2.000 millones de pesos para enterrar su proceso en la fiscalía. Su esposa, en otra “época” cercana al nuevo alcalde Bogotá se escucha muy indignada en las grabaciones divulgadas por los medios de comunicación al indicar que fueron estafados por el abogado que les pidió el dinero para arreglar el proceso y que no podían dar más plata porque “ ni que fueran traquetos.” Este señor  que trabajaba en la Procuraduría merece un reconocimiento en los círculos delincuenciales porque engañar a un personaje de talla de Cruz que había perfeccionados sus artes desde la época de Secretario de Obras de Andrés González merece ser reconocido. La situación de ambos en los próximos años será diferente. Cruz antes de un año estará en detención domiciliaria en su casa la lado de su retoño luego de que sus abogados hubieren “demostrado” que no es humano que una persona en sus penosas condiciones permanezca en prisión. El pobre diablo que lo “estafo” deberá entregar los pesos que le quedan al abogado y su reclusión será en la prisión. El costo de haber timado a un pez más grande que él será su permanencia en prisión.
La última conclusión de los eventos de estos días es que nuestro próximo presidente Germán Vargas Lleras en su tarea de conseguir apoyos para cumplir la misión de su vida de llegar a la presidencia tiene un pudor  similar al de Samper. Mientras le pongan votos, no importa antecedentes ni actividad del ciudadano. Hace cuatro años se fundía en abrazos con Kiko Gómez y Alvaro Cruz. En estas elecciones su partido repartió avales al mejor estilo del PIN. Alguna vez Antonio Caballero indicaba que nuestro destino era que todo presidente era peor que el anterior. Vargas Lleras está dispuesto a demostrar que Caballero tenía razón….. Y pensar que esta es la institucionalidad que no estamos dispuesto a negociar con las farc.





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