martes, 2 de octubre de 2018

El Plan de gobierno de Ernesto Macias



El pasado 7 de agosto fueron leídos dos discursos de contenido diferente en la ceremonia de posesión del presidente de la República. Mientras Ernesto Macías, presidente del Congreso realizó un “corte de cuentas” al gobierno anterior con un lenguaje y tono propios de su partido, el presidente electo realizó una intervención en la cual invitaba a dejar atrás los odios y proponía la construcción de un país entre todos guiados por la “nueva generación” que llegaba al poder representada por él.
A pocos días de cumplirse dos meses del nuevo gobierno, pareciera que la intervención que fijó la agenda gubernamental fue la realizada por el Senador Macías, quien estableció como ejes de la nueva administración la lucha contra las drogas “ con el apoyo de ese gran aliado de Colombia, Estados Unidos, país con el que debemos fortalecer nuestras relaciones”, la reforma al régimen de regalías para favorecer a las regiones productoras, el respeto por la propiedad privada frente a reclamaciones de restitución, la dura posición contra la dictadura venezolana,  la modificación de los acuerdos de paz y el combate a la amenaza terrorista debido a que en Colombia jamás existió conflicto armado.
La designación de Pachito Santos como embajador ante el gobierno de Estados Unidos cumple el primer objetivo de acercarse a nuestro  “gran aliado” por intermedio de un funcionario presto a recibir órdenes de un gobierno extranjero sin sonrojarse. El regreso a la “guerra” contra las drogas y la necesidad de mostrar resultados prontos a su patrón dedicara buena parte de la tarea del actual gobierno.
Como contraprestación por volver su territorio nuevamente un área de guerra, el aliado apoya las denuncias internacionales de Colombia contra la dictadura venezolana. Crispar el ambiente con el vecino permite justificar la inclusión de generosas partidas presupuestales para realizar “necesarios” gastos en defensa de billones de pesos. Todo sea por protegernos de unos vecinos que mientras resuelven sus problemas de hambre pueden optar por una estrategia de expansión territorial que será contestada oportunamente por nuestro atlético Ministro de Defensa que no distingue un fusil de un revólver.
Ya en el gobierno, los enemigos del anterior proceso de paz comprendieron que para hacer trizas los acuerdos no hacia falta modificarlos sino que el incumplimiento de los mismos en aspectos como la reforma rural integral y la restitución de tierras terminarían por liquidarlos. Para ello, el nombramiento de personajes de la talla de Claudia Ortiz en la Agencia de Desarrollo Rural   aseguran que los tales acuerdos no tendrán futuro en este gobierno. A lo anterior se suma la queja permanente del gobierno de la imposibilidad de cumplir los acuerdos por falta de fondos, lo que llevara a una muerte lenta de los compromisos del proceso respaldada políticamente por los partidos ayer santistas y hoy duquistas.
El gobierno no tiene control sobre su partido que presenta reformas constitucionales sobre la JEP, la composición de las Cortes y la inmunidad parlamentaria. Los compromisos adquiridos por la consulta anticorrupción sufrirán un tijeretazo importante que los convertirá en una propuesta aún más babosa que la reforma judicial presentada por el ejecutivo.
Vargas Lleras, uribista 6 años, santista 7 años y medio y ahora nuevamente socio político de Uribe impulsara el Ministerio de la Familia para que los comportamientos de las gentes decente sean replicados con la excusa de unificar funciones de diversas instituciones.
Y el presidente? El señor que dirige la copia de los consejos comunitarios del perseguido expresidente Uribe parece superado por la situación. En su afán de no quedar mal con nadie y de vender una imagen de presidente fresco y familiar no tiene problema en decir una cosa y hacer otra. Habla de meritocracia y llena la nómina del Ministerio de Relaciones Exteriores de Angelinos. Habla de corrupción y mantiene a su encartado Ministro de Hacienda. Habla de equidad pero su reforma tributaria solo favorecerá a los empresarios.
En apenas dos meses del nuevo gobierno ha quedado claro que el 7 de agosto de 2018 se marcó la agenda de los próximos cuatro años regresando al país a situaciones y discusiones de hace 20 años. Para saber el norte de este gobierno hay que escuchar el discurso del Presidente….pero del Senado.

1 comentario:

  1. No entiendo. ¿La idea era gobernar con las ideas derrotadas en las urnas? Si bien el tono puede diferir, las propuestas son las mismas, y las ideas y la agenda es la misma. De hecho ese es su comentario... Luego, ¿cual es la crítica? ¿Que se está cumpliendo? ¿Que no ha habido traición a las ideas por las cuales el pueblo votó?

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